Dentro de la gama de herramientas técnicas que ofrece la psicoterapia sistémica, las Prescripciones de comportamiento son uno de los recursos más operativos, creativos y originales. Operativos con relación a que no solamente la psicoterapia transita en lo verbal, sino que se dirige al campo de acción, que actúa en la pragmática de manera dinámica, evitándole al paciente navegar en racionalizaciones y elucubraciones teóricas. Es una herramienta creativa, puesto que en las prescripciones paradojales hace falta invención y contravenir a la lógica convencional, entendiendo que para los problemas humanos la lógica racional a veces es ineficaz. Por último, es original ya que la psicoterapia tradicional discurre en el ámbito de la sesión mediante intervenciones verbales que mediatizan la reflexión y el insight; mientras que las prescripciones exceden los límites del espacio de la sesión, alejándose de la reflexión y la comprensión en primera instancia, sino que buscan la acción -el qué hacer- con miras a la solución del problema. En síntesis, una prescripción bien aplicada, adecuada para el caso, brinda espectaculares y eficaces resultados. Si quieres ver, aprende a actuar abunda en casos clínicos; el diseño de los ejemplos se acerca más a cuentos de psicoterapia que a relatos científicos, a pesar de que no dejan de serlo. En ellos se remarca fundamentalmente la forma en que se usa la prescripción. Es un texto que suma herramientas al arcón de recursos del terapeuta, pero no con ánimo de darle un libreto rígido, sino de poder abrirle posibilidades, incrementar su creatividad y brindarle elementos que le permitan encontrar múltiples vías de entrada de información nueva. En eso, tal vez, consista la génesis de la psicoterapia y, aún más, el proceso de crecimiento del ser humano.