¿Por qué no me veo como soy? Por la presión sobre la imagen, por la tiranía del cuerpo, por la búsqueda desesperada de la belleza.

El espejo de la madrastra de Blancanieves es ahora la báscula: no le pedimos kilos que pesamos, sino hasta qué punto somos guapos o feos. Ella es quien determinará la alegría pero también la desesperanza o la tristeza. Conozca cómo sobrevivir a las dietas que esclavizan a la obsesión por el ejercicio.

¿Sabía que los hombres están también preocupados por su imagen corporal? Le ayudamos a identificar los modelos musculoso, “fitness”, fibroso o ambiguo. Y a descubrir la vigorexia como obsesión por el músculo, sacrificando otros aspectos vitales.

La obsesión por la delgadez o el cuerpo musculoso se está cobrando demasiadas víctimas que son atrapadas por la anorexia o el trastorno de la imagen corporal. Le mostramos el trastorno dismórfico, cómo la preocupación excesiva por un defecto (imaginado o leve) provoca malestar clínico y deterioro social. Le explicamos cómo superarlo.